La enfermedad de Lyme es una infección causada por la bacteria Borrelia burgdorferi, que se transmite al ser humano a través de la picadura de una garrapata infectada, principalmente del género Ixodes, comúnmente conocida como garrapata de patas negras o garrapata de venado.
Este padecimiento es más frecuente en regiones boscosas o rurales de clima templado, donde el contacto con garrapatas es más común, especialmente durante la primavera y el verano.
Aunque la mayoría de los casos se registran en Estados Unidos y Europa, también puede presentarse en otras zonas del mundo.
Síntomas principales
- La enfermedad de Lyme puede presentarse en varias etapas:
- Fase temprana localizada (días después de la picadura):
- Enrojecimiento en la piel en forma de diana o “ojo de buey”
- Fiebre, dolor de cabeza y fatiga
- Fase temprana diseminada (semanas después):
- Dolores musculares y articulares
- Problemas neurológicos como parálisis facial o meningitis leve
- Fase tardía (meses después sin tratamiento):
- Artritis crónica, especialmente en rodillas
- Trastornos neurológicos o cardíacos
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico suele basarse en los síntomas, antecedentes de exposición a garrapatas y pruebas de laboratorio. Si se detecta a tiempo, la enfermedad de Lyme puede tratarse eficazmente con antibióticos como doxiciclina o amoxicilina.
Si no se trata, la infección puede propagarse y causar complicaciones a largo plazo.
Prevención
- Usar ropa de manga larga y pantalones en zonas de riesgo
- Aplicar repelente contra insectos
- Revisar el cuerpo y la ropa después de estar en áreas con vegetación
- Retirar garrapatas de forma adecuada y rápida (con pinzas finas, sin aplastar)
La detección oportuna es clave para evitar complicaciones. Si sospechas una picadura de garrapata y presentas síntomas, consulta a un médico.