El ícono del heavy metal Ozzy Osbourne falleció el pasado 22 de julio debido a un infarto agudo de miocardio, según consta en su acta de defunción registrada oficialmente en Londres por su hija, informa el New York Times.
La autopsia también confirmó que el exvocalista de Black Sabbath padecía enfermedad de la arteria coronaria y Parkinson con disfunción autonómica, diagnóstico que había hecho público en 2019.
La familia del artista no reveló en su momento la causa específica de su muerte, limitándose a señalar que Osbourne había luchado durante años contra diversos problemas de salud, incluyendo daños en la médula espinal y dificultades para caminar.
🧠 Una vida entre el escenario y la enfermedad
Ozzy Osbourne, de 76 años, murió pocos días después de presentarse en un emotivo concierto el 5 de julio en Birmingham, su ciudad natal, acompañado de colegas y leyendas del rock.
Durante esa presentación, denominada Back to the Beginning, interpretó temas en solitario y con Black Sabbath, y se dirigió a sus fans agradeciendo su apoyo: “He estado en cama durante seis años. Gracias desde el fondo de mi corazón”.
🩺 Detalles médicos del fallecimiento
El certificado de defunción señala: “paro cardíaco fuera del hospital, infarto agudo de miocardio, enfermedad de la arteria coronaria y enfermedad de Parkinson con disfunción autonómica”.
El New York Times destaca que, aunque su estado de salud ya era delicado, la noticia conmocionó al mundo de la música.
El llamado “Príncipe de las Tinieblas” fue una figura central en la evolución del metal desde 1968, cuando fundó Black Sabbath junto a músicos de Birmingham.