La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió mantener su tasa de interés en el rango de 4.25% a 4.50%, pese a la presión del presidente Donald Trump para recortarla y a una economía con señales confusas.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) votó 9-2 a favor de conservar el nivel actual.
Los gobernadores Michelle Bowman y Christopher Waller se opusieron, argumentando que la inflación está controlada y el mercado laboral muestra señales de enfriamiento.
“Los indicadores recientes sugieren que el crecimiento se moderó en el primer semestre. La inflación sigue elevada, aunque el desempleo permanece bajo”, indicó el FOMC.
El banco central ya había reducido tasas tres veces en 2024, siendo la última en diciembre. Sin embargo, los nuevos datos económicos publicados este miércoles enfriaron la expectativa de una baja adicional.
PIB crece en el segundo trimestre
El Producto Interno Bruto (PIB) creció 3.0% anualizado en el segundo trimestre, por encima del 2.4% esperado, aunque el repunte fue impulsado principalmente por una caída en importaciones. La demanda interna mostró un avance marginal.
Expertos advierten que la política arancelaria del presidente Trump complica el análisis de la economía.
Las empresas se abastecieron en exceso para evitar nuevos aranceles, lo que distorsionó los datos comerciales.
“El mercado se tranquiliza con la cifra principal del PIB, pero hay ruido arancelario que genera preocupación”, explicó Ben Laidler, de Bradesco BBI.
Por otro lado, las nóminas privadas crecieron en 104 mil en julio, superando lo previsto, aunque el empleo en general se desacelera. La encuesta del Conference Board reveló que más estadounidenses creen que es difícil encontrar trabajo.
Analistas coinciden en que la Fed se enfrenta a un entorno complejo, con una economía que mezcla señales de fortaleza y debilidad, lo que complica decisiones futuras sobre tasas.