El Nobel de Literatura 2025 fue otorgado este jueves al escritor László Krasznahorkai, de Hungría, por una obra “convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”, informó la Academia Sueca.
El autor, considerado un referente de la literatura contemporánea europea, es el segundo húngaro en recibir el galardón, después de Imre Kertész en 2002. La institución lo definió como un “gran escritor épico en la tradición centroeuropea, de Kafka a Thomas Bernhard”, caracterizado por su narrativa del absurdo y los excesos grotescos.
De jurista a escritor del apocalipsis
Nacido en Gyula, Hungría, en 1954, Krasznahorkai estudió Derecho antes de dedicarse por completo a la literatura. Su primera novela, Tango satánico (1985), retrata la descomposición moral en una granja colectiva antes de la caída del comunismo y se convirtió en un fenómeno literario en su país.
La obra fue adaptada al cine por el director Béla Tarr, con quien mantuvo una larga colaboración. Más tarde publicó Melancolía de la resistencia, descrita por la Academia como una “fantasía del terror” que aborda la lucha entre el orden y el caos.
Otra de sus obras destacadas es El barón Wenckheim vuelve a casa (2016), que narra el regreso de un noble arruinado a su país tras vivir exiliado en Argentina.
Apodado por la crítica como el “maestro del apocalipsis”, Krasznahorkai ha explorado también influencias orientales en títulos como Al norte la montaña, al sur el lago, al oeste el camino, al este el río (2003) y Y Seiobo descendió a la Tierra (2008).
Un autor de culto con una visión del fin
En la última década, su obra ha alcanzado una gran proyección internacional y ha sido traducida a numerosos idiomas. Su estilo denso y filosófico refleja la crisis de valores en la sociedad poscomunista y el declive de la civilización occidental.
Críticos literarios destacan su capacidad para “capturar la desesperanza con belleza y lucidez”, lo que lo ha convertido en uno de los escritores más influyentes de Europa Central.
Una elección esperada por la crítica
En Suecia, la decisión fue recibida sin sorpresa. La emisora pública Radio Suecia consideró el premio “esperado” y alabó su complejidad narrativa. El tabloide Expressen calificó la elección como “la mejor en años”, mientras que el diario Dagens Nyheter la describió como “impecable pero predecible”.
La prensa sueca subrayó que, tras la elección de la surcoreana Han Kang en 2024, la Academia volvió con Krasznahorkai a su “lugar feliz”: el centro de Europa, región donde han surgido muchos de los premiados históricos del Nobel.
“Solo quería escribir un libro”
En sus primeras declaraciones tras recibir la noticia, el autor confesó a Radio Suecia que nunca imaginó una carrera literaria.
“Solo quería escribir un libro, no quería ser escritor, porque no quería ser nadie”, afirmó. Explicó que, tras su primera publicación, sintió la necesidad de seguir escribiendo para mejorar su estilo.
“Mi vida es una corrección permanente”, comentó, asegurando sentirse “feliz, tranquilo y muy nervioso a la vez”.
“Es el primer día de mi vida como ganador del Nobel. No sé qué ocurrirá en el futuro”, concluyó.
Con información de EFE