El fenómeno musical de Bad Bunny, uno de los artistas más escuchados del planeta, no es un caso aislado, sino parte de un proceso más amplio de apertura cultural hacia la identidad latina y el idioma español, coinciden especialistas.
Durante un panel sobre la influencia cultural de los latinos, la periodista Sabrina Rodríguez, de The Washington Post, señaló que el impacto del artista puertorriqueño va más allá de lo comercial y representa un cambio en la forma en que Estados Unidos se relaciona con la diversidad lingüística y cultural.
“Ha sido interesante ver a personas que no hablan español disfrutar y emocionarse en sus conciertos en Puerto Rico”, comentó Rodríguez.
Un legado que trasciende la música
Reconocido por Billboard como el máximo artista latino del siglo XXI, Bad Bunny —cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio— ha consolidado una carrera marcada por su autenticidad y la conexión con sus raíces puertorriqueñas.
Su más reciente álbum, Debí tirar más fotos, y su residencia de conciertos “No me quiero ir de aquí” en Puerto Rico, donde ofreció 31 presentaciones, atrajeron a miles de visitantes e impulsaron la economía local, de acuerdo con el investigador Albert Laguna, profesor de la Universidad de Yale.
Bad Bunny en la academia
Laguna imparte el curso “Bad Bunny: Estética musical y política”, en el que analiza cómo el artista refleja “la complejidad de la historia latina y puertorriqueña a través de la música”.
El éxito de su clase, actualmente con lista de espera, demuestra la creciente curiosidad por entender el fenómeno desde perspectivas culturales, políticas y sociales.
“La influencia de la música latina siempre ha existido, pero hoy se manifiesta con más fuerza y aceptación global”, afirmó Laguna.
Entre la polémica y el cambio cultural
El éxito de Bad Bunny también ha generado controversia. Su próxima participación en el medio tiempo del Superbowl ha despertado críticas de sectores conservadores y de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump, que cuestionan el uso del español en el espectáculo.
Para Rodríguez, estas posturas no representan la realidad social ni cultural de Estados Unidos.
“El clima político no refleja lo que ocurre en los mercados ni en la diversidad del público. Hay una apertura al idioma español: ya nadie espera que toda la música sea en inglés”, aseguró.
Una tendencia que va más allá de la música
Los expertos coinciden en que el fenómeno Bad Bunny marca un punto de inflexión en la relación entre la cultura latina y el público global.
“El auge de clases de español, de salsa o de ritmos caribeños demuestra una influencia positiva que trasciende a Bad Bunny. Es un movimiento cultural que ha llegado para quedarse”, concluyó Rodríguez.
Con información de EFE