La actriz Kelley Mack, reconocida por interpretar a Addy en la novena temporada de “The Walking Dead”, falleció a los 33 años víctima de un glioma, un tipo agresivo de tumor cerebral. Su familia confirmó la noticia este martes a través de sus redes sociales.
“Una luz tan brillante y ferviente ha trascendido al más allá, adonde todos eventualmente debemos ir”, escribió su hermana en la cuenta oficial de Instagram de la actriz.
Kelley murió pacíficamente la noche del sábado 2 de agosto en Cincinnati, Ohio, acompañada por su madre, Kristen, y su tía, Karen, según el comunicado familiar.
Diagnosticada con glioma en enero
En enero de este año, Mack había compartido públicamente su diagnóstico: un glioma difuso de línea media, una forma de cáncer cerebral que afecta el tronco encefálico y la médula espinal.
Te recomendamos: Ozzy Osbourne murió por infarto agudo de miocardio, revela certificado oficial
Los primeros síntomas fueron dolores intensos en la zona lumbar y punzadas en las piernas, que derivaron en una pérdida significativa de movilidad, obligándola a desplazarse en silla de ruedas.
Trayectoria en televisión
Además de su papel en “The Walking Dead”, donde apareció en cinco episodios, Kelley Mack tuvo participaciones en otras producciones televisivas como “9-1-1”, “Chicago Med” y “Schooled”, esta última un spin-off de “Modern Family”.
Su familia aseguró que Kelley “ya se ha reunido con muchos de sus seres queridos en forma de mariposas” y que “muchos la echarán de menos más allá de lo que las palabras pueden expresar”.