La Franja de Gaza atraviesa “el peor escenario posible de hambruna” como consecuencia del recrudecimiento de los combates y el desplazamiento masivo de su población, alertó este martes la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), organización respaldada por la ONU y otras agencias humanitarias.
En su más reciente informe, la IPC advirtió que Gaza, donde residen cerca de dos millones de personas, ha alcanzado “un punto alarmante y mortal”, sin que todavía se haya declarado formalmente un estado de hambruna, pero con señales claras de una crisis alimentaria extrema.
Las alertas se multiplicaron luego de la aparición de imágenes de niños gravemente desnutridos y reportes de decenas de muertes relacionadas con el hambre, tras casi 22 meses de guerra.
Aunque Israel anunció ceses parciales de hostilidades durante el día y la autorización limitada para la entrada de camiones con ayuda humanitaria, organizaciones internacionales aseguran que estas medidas son insuficientes frente a la gravedad de la crisis.
Este martes, la Defensa Civil de Gaza reportó 30 muertos, incluidos 12 niños, por bombardeos nocturnos en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del territorio.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump reconoció que existen indicios de hambruna en Gaza, contradiciendo a su aliado, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien ha negado que el enclave palestino sufra esta crisis extrema.
El informe de la IPC concluye que “una de cada tres personas en Gaza pasa varios días sin comer nada” y que los lanzamientos aéreos de alimentos recientemente autorizados “no serán suficientes para revertir la catástrofe humanitaria”.