La narcopolítica es un fenómeno complejo que se refiere a la infiltración del crimen organizado en las estructuras de poder político.
En países como México, esta relación ha sido señalada como uno de los principales obstáculos para el fortalecimiento del Estado de derecho y la seguridad pública.
Aunque el término ha cobrado fuerza en las últimas décadas, su origen se remonta a experiencias en América Latina donde cárteles de la droga han financiado campañas políticas, protegido a funcionarios corruptos o incluso controlado gobiernos locales enteros.
Informes señalan que crimen organizado encuentra aliados en el gobierno
En México, diversos informes y reportajes han documentado cómo grupos criminales han encontrado aliados dentro de las instituciones, desde alcaldías hasta cuerpos de seguridad, creando redes de impunidad y violencia. El objetivo: garantizar rutas de tráfico, obtener contratos públicos o simplemente evitar la persecución judicial.
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El problema no es exclusivo de un partido político. A lo largo del tiempo, distintas administraciones han enfrentado señalamientos por presuntos vínculos con el narcotráfico, lo que alimenta la desconfianza ciudadana y debilita el sistema democrático.
Expertos coinciden en que para erradicar la narcopolítica es indispensable fortalecer la fiscalización de campañas, proteger a los denunciantes, garantizar la autonomía de la justicia y construir una cultura política basada en la rendición de cuentas.
Mientras persistan las condiciones que permiten esta colusión entre crimen y poder, México enfrentará enormes retos para lograr una paz duradera y una verdadera gobernanza democrática.